sábado, 16 de abril de 2011

Tenkyiu ticher for de gud ol taims

Todo el mundo ha tenido esas maestras que le joden la vida  a uno cuando chamaquito, y en esos tiempos eran nuestro peor enemigo. Estaban las super estrictas con su increíble habilidad de destruir la diversión de un niño en medio segundo. Las locas YESSS! que entretenían con sus loqueras pero tambíen daban miedo. Y todas las otras que estan entremedio. Esas sendas ca... vernicolas ahora de verdad que me hacen reír.

 En cuarto tenia una super super estricta, nadie jodía en su clase y no digo nada malo porque esta muerta y me da miedo su fantasma, excepto que su apellido era Fortuño. Tambíen había una loca que no dejaba ir a nadie al baño y en un año dos chamaquitos de mi salón se mearon encima. La cara de badtrip, las lágrimas, la peste, la cascada de meao por el pantalón y el pupitre y el charco, simplemente épico.

 En quinto estaba la francotiradora, que le tiraba con las tizas y los borradores al que hablara o se tratara de copiar. Toda una veterana, tremenda puntería y reconocimiento de voz, un momento está escribiendo en la pizarra y el otro tienes una tiza o un borrador a punto de hacer impacto con tu cara. Nunca voy a olvidar el sonido del cantazo de una tiza contra un espejuelo ni la nube de humo de tiza emanando de la cara del panita de al frente.

 En prekinder tuve el placer de ser alumno de un ser sin alma. Mal rayo palta a esa imbécil, me hizo pasar el primer bochorno público que puedo recordar, y por eso me cago en toda su descendencia. Este ser de las tinieblas cogía a los chamaquitos cuando se portaban mal, algo que claramente yo no hacía, se los ponía boca abajo en la falda, le bajaba los pantalones a uno hasta sacarle las nalgas y les daba color con una varita confeccionada por el mismo Mefistófeles. O de gud ol deis. Yo no le hable a mis amigos por el resto del día, eso fue tortura, y después tener que sentarse con las nalgas azotas, que cojones.

 En intermedia había una que antes era sargento en el ejército y al que se quedara dormido en la clase le echaba agua por encima. Lo más cabrón de todo es que desde que la maestra daba la señal para que le buscaran el agua todo el mundo tranquilo, callados, si se estaba leyendo todo el mundo leía, la clase seguía como el sueño de todo maestro. Y llegaba la taza con agua a la mano de la maestra y el silencio, todo el mundo atento. Sonrisas en todas las caras, y fuuua buenos días, y la desgraciá le hacia una una marca a la taza.

 Y claro no puede faltar la sustituta loca, mi favorita. Esta señora siempre fue sustituta,  recuerdo que desde la elemental la veía por la escuela y me dio clases par de veces. En octavo o noveno fue el momento wow. Un día esta dando la clase de historia y de la nada se pone a hablar de OVNIs. Y se quedó en el viaje de los extraterrestres el resto de la clase. Totalmente ilógico, pero tal vez fue culpa de alguna pastilla. Unos días después, en un momento profesor Girafales, cuando todos se callan de repente y alguien sigue hablando y dice algo impropio como el Chavo. Uno nena dijo "a Ricardito le gusta Monica" y todo el salón "UUUUUU!!!". Todo el mundo grito menos Monica, Ricardo y la que lo cagó y esa señora ha abierto los ojos como si fuesen a disparar un laser, señalo a un muchachito y la cosa fue más o menos laik dis:

MAESTRA: ¡TU VETE A LA OFICINA!

LUIS: ¿Por qué?

MAESTRA: ¡TU GRITASTE UU YO TE VI!

LUIS: Pero misi todo el mundo grito

MAESTRA: ¡TU FUSITE TUUU YO TE VI! ¡TU GRITASTE UUU!...

 Las caras del salón en ese momento no tienen precio.

3 comentarios:

Sancocho Prieto dijo...

Soy producto de la escuela pública. La mayoria de mis maestros fueron unos incompetentes. Me di cuenta desde la misma elemental. Cuando hacia preguntas que no podian contestar, reaccionaban con violencia.

Mierdoso dijo...

Yo también soy de escuela pública y desde la elemental me estan dando maestros como los que tú mencionas ahí mano. Sia la madre!

El engendro de La Comay y Hector dijo...

De maestros incompetentes se puede hacer un compendio, esos si que hacían que uno gozara. Ahora me acuerdo que en once a una maestra le hacíamos sonidos de animales de granja en el salón, desastre total.